jueves, 31 de octubre de 2013


El Diálogo


-¿Y si entre sueños no tengo el júbilo de verla?

-Asómese a la ventana y recuérdela.


-Pero, ya no puedo. 


- Entonces, mire al cielo


-¿Con que fin?


- Imagínela en cada estrella. 
Brilla mientras la observa  y luego se pierde en un mar de iguales. Solo usted la reconoce. Luego se desvanece.


-¡Pero no quiero que se desvanezca!


 -Usted ya se desvaneció en ella.


- ¿Por qué está tan seguro?


- Por el nuevo aliento de su voz


-¿Qué tiene su voz?


-Ya no pronuncia su nombre.


- ¿Ya se le olvidó?


-Desde la inicial hasta la última letra.


-¿Por qué está tan seguro?


-Porque ahora solo pronuncia el mío. 

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